El número de especies asignadas a este género está en debate, sin embargo, los científicos han identificado hasta siete especies divididas en dos grupos: los Australopithecus de formas gráciles (A. Anamensis, A. Afarensis, A. Bharelghazali y A. Africanus) y los Australopithecus de formas robustas (A. Aethiopicus, A. Boisei y A. Robustus).

Ubicación

Hace aproximadamente unos 4,5 millones de años, en África, apareció el linaje de los australopithecus, similar al de los simios salvo por dos características importantes: pequeños dientes caninos y bipedismo. El valle del Rift, región de África oriental, donde los movimientos de la corteza terrestre han dejado al descubierto antiguos depósitos de fósiles, se ha hecho famoso por el hallazgo de numerosos restos de australopithecus. Otros países donde también han aparecido fósiles de este género son Etiopía, Tanzania, Kenia, Sudáfrica y Chad, lo que demuestra que los australopithecus poblaron ampliamente el continente africano.

Características físicas

Sus fósiles han demostrado que todas las especies de Australopithecus tenían la mandíbula grande y el mentón hundido, caminaban erguidos y podían correr, a diferencia de los simios. Sus largos brazos acababan en manos propiamente dichas, con las yemas de los dedos planas, como las de los seres humanos. Tenían el cráneo cerebral redondeado y el cerebro pequeño (entre 430 y 550 cm3), semejante al de un chimpancé actual. Su altura oscilaba entre 1 y 1,25 m para las especies gráciles, alcanzando 1,5 m en las especies robustas. Sus pesos oscilarían entre 30 Kg. y 45 Kg. En todas las especies los australopithecus machos eran de un tamaño significativamente mayor que el de las hembras.

Australopithecus Africanus.
Es una especie de homínido fósil de Sudáfrica. Su nombre significa “mono del sur de África”. Los primeros restos fósiles, el cráneo de un niño conocido como el niño de Taung, fueron descubierto en 1924 por Raymond Dart en Taung, Sudáfrica, pero no fue tomado en cuenta hasta 30 años después. Posteriores descubrimientos se realizaron en Sterkfontein. A. africanus tenía una marcha bípeda, aunque aun conservaba costumbres arborícolas. Su peso oscilaba entre los 33 y 67 kg, con una estatura de 1,50 m.
Su capacidad craneana es de 480 cm³ a 520 cm³, muy por debajo de los 1.500 cm³ del ser humano actual. Su caja craneal es más alta y redondeada que la de los antropomorfos, y su esqueleto postcraneal es similar al de Australopithecus afarensis.
Su cara es más corta. Presenta menor prognatismo (la mandíbula está adelantada con respecto al maxilar), unido a un menor tamaño de piezas dentales.
Sus piezas dentales no se diferencian mucho de las del humano. Los caninos eran pequeños, sin sobresalir como en los antropomorfos, y los incisivos eran tan pequeños como los nuestros. Recientes estudios han demostrado que podía partir semillas y frutos secos grandes con sus dientes, lo que le habría dado una gran ventaja en épocas de escasez de otros alimentos más blandos.
También es importante mencionar que desaparece el diastema (separación entre incisivos), o es muy escaso.
Por tanto, notamos una reducción de caninos e incisivos y hay un mayor énfasis de la masticación en el resto de la dentadura.
Otro punto importante es el dimorfismo sexual.



Australopithecus Afarensis
Australopithecus afarensis, seguramente fue nuestro antepasado aparece en el norte de Africa. No hay evidencia directa de uso de herramientas, pero se sospecha que han utilizando las mismas herramientas de madera que los Chimpancés y tal vez incluso sin modificar las piedras.
nosotros en varios aspectos:
Capacidad craneal bastante menor: 375 a 550 cm3. Esto significa también un cerebro del tamaño del de un chimpancé y cercano a la tercera parte del humano actual promedio.
Australopithecus afarensis era un homínido con frecuente actividad arbórea, ya sea recolectando frutos, durmiendo, huyendo, etc.
Su pecho no era en forma de barril, como el nuestro, sino que se estrechaba agudamente hacia arriba (forma de campana).
El dimorfismo sexual (diferencia física entre machos y hembras de una misma especie) era muy marcada, con los machos mucho más corpulentos que las hembras.



Australopithecus Anamensis
Es una especie de homínido de 4,2 - 3,9 millones de años de antigüedad encontrada en Kenia y descrita en 1995 por Meave Leakey. El nombre de esta especie proviene de la palabra Turkana "anam" que significa lago y fue elegida en razón de la proximidad de Kanapoi al lago Turkana
Tim White encontró en diciembre de 2005 restos de esta especie, en el sitio Asa Issie, al noreste de Etiopía, en al valle medio del Awash. Datados con entre 4,1 y 4,2 millones de años de antigüedad, son un fémur, fragmentos de maxilar y algunos dientes, incluyendo el canino más grande hallado entre los homínidos. Antes se habían encontrado otros 9 fósiles de esta especie, en Kanapoi (Kenia), la mayoría en 1994; más otros 12 fósiles, principalmente dientes, encontrados en 1988, en Allia Bay (Kenia) y un fragmento de húmero hallado en 1965 por Bryan Patterson y que fue identificado posteriormente.
Sus molares poseían esmalte grueso, por lo que se deduce que no comía solo hojas y frutos sino alimentos más duros. Vivió en un ambiente forestal, pero más abierto que el de sus supuestos antepasados, los Ardipithecu ramidus, y se sabe que sí caminaba erguido. Presentaban un claro dimorfismo sexual en tamaño corporal. Es posible que formaran comunidades de varios machos emparentados, en las que cada uno agruparía un pequeño harén de hembras.
Aunque los dientes y una mandíbula presentan aun similitud con los simios, el fragmento de húmero es semejante al de los humanos y la parte de tibia encontrada en 1994 por Kamoya Kimeu y el fémur de Asa Issie, son la más antigua evidencia del bipedismo erecto de los homínidos. Tim White considera que los Australopithecus anamensis muestran una clara descendencia del género Ardipithecus: "Una forma evolucionó en otra".



Australopithecus Boisei
Es una especie de homínido fósilconocida de África Oriental, que vivió en un entorno seco y se alimentaba de vegetales duros, para lo que desarrolló un imponente aparato masticador destinado a triturar semillas y raíces. Aparece en el registro fósil hace 2 millones y desaparece hace un millón de años.
El primer ejemplar conocido fue un cráneo descubierto por Mary Leakey el 17 de julio de 1959 en la garganta de Olduvai, Tanzania; vivió hace 1,75 millones de años. Mary y su esposo Louis Leakey clasificaron inicialmente la especie como Zinjanthropus boisei; "boisei" por el antropólogo Charles Boise "zinj", una antigua palabra para designar a África Oriental, y "anthropus", hombre. Otro cráneo fue encontrado en 1969 por Richard Leakey en Koobi Fora cerca del lago Turkana.
Su capacidad craneal era de alrededor de 515 cm3, la cara está muy reforzada, con unos incisivos muy pequeños, pero unos enormes molares y una cresta sagital a la que debían unirse unos grandes músculos masticadores. Su foramen magnum está más adelantado que en los Australopithecus (como en el género Homo). Por lo demás, el peso, estatura y aspecto general es muy parecido a los Australapithecus.

Habitat


Las especies gráciles habitaron un territorio boscoso y de sabanas arbustivas, mientras que las especies robustas habitaban ya un medio abierto y seco, tipo sabana. Es en el paso del bosque cerrado al medio abierto y seco donde se produce la separación de los homínidos de los grandes simios. Estos cambios de medio ambiente se observan en la presencia de un imponente aparato masticador presente en los individuos robustos: los molares y premolares presentan una gruesa capa de esmalte, la superficie de trituración de los dientes era muy grande, los caninos e incisivos eran muy reducidos, los músculos que intervienen en la masticación serían gruesos y potentes, y las mandíbulas son anchas y robustas.

Alimentación


Algunos Australopithecus se especializaron en explotar productos vegetales duros y de escaso valor nutritivo, desarrollando un impresionante aparato masticador, originando a Paranthropus; otros Australopithecus se hicieron paulatinamente más carnívoros, originando a los primeros Homo.

Comunicación

Su desarrollo, período de aprendizaje y socialización no era más prolongado que el de los chimpancés, no tenían lenguaje (comunicación simbólica) y no se han encontrado herramientas de piedra asociadas con esta especie. Sin embargo, esto no quiere decir que no hayan usado herramientas de madera o hueso, las que no se conservan debido a su fragilidad. Por todo ello, se ha utilizado la expresión "chimpancés bípedos" para describir a los Australopithecus, aunque ecológicamente no fueran iguales y, por supuesto, no fueran antepasados de los chimpancés, sino nuestros. Dicho en otras palabras, no eran unos primates con nuestras capacidades cognitivas (en grado menos desarrollado), sino unos parientes muy cercanos de los chimpancés, gorilas y orangutanes de la época, parecidos a nosotros sólo en la postura, las manos y los caninos.

Organización social


En cuanto a la vida del Australopithecus, se desarrolla prácticamente en los árboles en los cuales encuentra su base alimenticia, es decir, frutos y brotes de hojas. Es probable que vivieran en bandas poco numerosas. Se desplazaban por la sabana en busca de alimento y puntos de agua.
Su vida social es bastante activa y se relaciona de forma regular con sus semejantes, mediante juegos, etc.

Lucy


Los primeros restos Australopithecus encontrados fueron los de la mundialmente conocida "Lucy", llamada así debido a la canción de The Beatles "Lucy in the sky with diamonds", que era escuchada en el momento de la excavación. La especie resultó ser bastante antigua, datándose entre 3.5 y 2.8 millones de años antes del presente, siendo así la especie más antigua conocida que es con gran certeza antecesora del hombre. El hallazgo de Lucy, uno de los esqueletos más completos encontrados (pertenecientes a un especimen), se vio reforzado posteriormente por un grupo de más piezas, incluyendo cráneos, de la misma especie. Este grupo de fósiles es conocido como "La primera familia", consistente en fósiles de al menos trece individuos.